Una Maestra Visitante es alguien a quién llamar en momentos de necesidad.
Una Maestra visitante es quien me eleva y me hace feliz,
es también una persona obediente al llamado de Nuestro Padre Celestial,
un discípulo de Cristo.
Una Maestra Visitante no es una amiga por asignación, sino que
una verdadera amiga, como una hermana.
La Maestra Visitante es alguien con quien te puedes reír,
es una persona que te entiende.
Una Maestra visitante es inspirada.
Ser Maestra Visitante es una oportunidad
de dar servicio diariamente.
Maestras Visitantes es el amor puro de Cristo en acción
y es una maravillosa forma de interactuar durante la semana.
Podemos enseñar a otros,
donde nosotras aprendemos más del evangelio
y saber que siempre tendrás una amiga,
es una forma entretenida de hacer amistades.
Ser Maestras Visitantes es demostrar preocupación,
es para disfrutar.
Ser Maestras Visitantes es una forma de compartir nuestro testimonio
con las hermanas durante la semana.
Ser Maestra Visitante es el mejor tipo de amistad,
porque se pueden compartir cosas realmente importantes.
Muchas gracias por ir a recoger a mis hijos en mis días atareados.
Gracias por recordar mi cumpleaños.
Gracias por ser mi amiga.
Gracias por prestarme el extintor, mi asado se estaba quemando.
Gracias por todo!
Gracias a mis Maestras Visitantes por traerme un hermoso ramo de flores.
Gracias por venir a mi casa a compartir el evangelio conmigo.
Gracias por ayudarme a sentir el Espíritu
y traer el Espíritu a mi hogar.
Gracias por escucharme.
Gracias por darme amor cómo Cristo lo haría.
Gracias por entenderme.
Gracias por el hecho de sólo estar ahí.
Gracias por dejarme llorar en tu hombre y llorar conmigo.
Gracias por minirtrarme.
Debido a que seguimos el ejemplo y enseñanzas de Jesucristo
valoramos esta sagrada asignación,
para amar, conocer, servir, entender, enseñar y ministrar en Su nombre.
Esto es ser Maestras Visitantes
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